Detras de 1000 km, uno los dos.

Dicen que cuando la distancia nos separa el corazón nos une. Pero, a veces, necesitas un mimo, una caricia, un abrazo... algo que te haga sentir que estás viva, que respiras. Por eso el día se te hace cuesta arriba cuando no percibes ni su aliento. Sigo sin saber nada de él. Pasan los días y nada. Hoy más que nunca lo necesito a mí lado, pero no está ahí. Hoy senti un mar de lágrimas, me siento fragil y embarcada. Necesitaba saber que el corazón nos sigue uniendo pero cada vez más se impone la distancia. Quizás tenga que ser más racional, pensar con la cabeza y no con el corazón.

Kevin